Cómo abordar la deuda técnica dentro del backlog

En el mundo del desarrollo de software, la deuda técnica se ha convertido en un término omnipresente que todos los equipos deben conocer y comprender. A menudo, los proyectos tecnológicos están repletos de decisiones tomadas bajo presión, que buscan cumplir plazos, o que simplemente resultan de una falta de planificación. Este tipo de deuda, aunque puede parecer manejable en el corto plazo, puede amplificarse y convertirse en un obstáculo significativo para el crecimiento y la escalabilidad de un producto a largo plazo. Por lo tanto, es crucial identificar cómo abordar la deuda técnica de manera efectiva, especialmente cuando se encuentra en el backlog de un equipo ágil.

Este artículo tiene como propósito ofrecer una guía clara y estructurada sobre la forma de manejar la deuda técnica que reside en el backlog de desarrollo. A lo largo de estas secciones, exploraremos qué es la deuda técnica, por qué es importante abordarla, estrategias efectivas para su gestión, y la manera en que la priorización adecuada en el backlog puede facilitar su resolución. Además, presentaremos algunos consejos prácticos para que los equipos de desarrollo puedan integrar la reducción de deuda técnica en su flujo de trabajo diario.

Qué es la deuda técnica y su impacto en el desarrollo de software

La deuda técnica es un concepto que se refiere a las decisiones de diseño, codificación y arquitectura que se toman para avanzar más rápidamente en un proyecto software, a menudo en detrimento de la calidad y sostenibilidad a largo plazo del código. Al igual que una deuda financiera, la deuda técnica debe ser «pagada» en algún momento, ya que, si no se aborda, puede llevar a un incremento significativo de los costos de mantenimiento y desarrollo. Esto puede traducirse en un tiempo considerable en la resolución de bugs, en la implementación de nuevas funcionalidades, e incluso en la pérdida de competitividad frente a otros productos en el mercado.

El impacto de la deuda técnica es multifacético. En primer lugar, puede ralentizar el ritmo de desarrollo, ya que los ingenieros dedican más tiempo a lidiar con problemas derivados de un código problemático o de soluciones a medias. Asimismo, la deuda técnica puede afectar la moral del equipo, ya que los desarrolladores pueden sentirse frustrados por tener que trabajar en un código que no es óptimo. Además, puede ser un factor desalentador para nuevos desarrolladores que ingresan al equipo, pues deben enfrentar un entorno complicado para entender y trabajar con el sistema existente. Por lo tanto, es esencial no solo reconocer la existencia de esta deuda, sino también implementar un enfoque estructurado para su gestión.

Por qué es importante abordar la deuda técnica

La gestión de la deuda técnica no es únicamente una cuestión de mantener un código limpio y ordenado; tiene implicaciones más amplias que afectan la dirección estratégica del negocio. Abordar la deuda técnica es fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de cualquier proyecto. Al reducir la deuda técnica, los equipos pueden mejorar la calidad del producto, lo que a su vez puede traducirse en una mayor satisfacción del cliente. Los clientes valoran la funcionalidad y la facilidad de uso, que son aspectos afectados directamente por la calidad del código subyacente.

Además, pagar la deuda técnica permite a los equipos responder de manera más ágil a las nuevas oportunidades del mercado. Si el código es limpio y bien estructurado, será más fácil implementar nuevas funcionalidades, adaptarse a cambios en los requisitos del cliente o alinear el producto con nuevas tendencias tecnológicas. Por otro lado, si un equipo de desarrollo sigue posponiendo el pago de su deuda técnica, puede que en el futuro se encuentre con un código tan enredado que impida cualquier avance significativo. Esto puede llevar a una situación en la que el equipo tenga que reescribir partes enteras de su aplicación, lo cual implica un gasto aún mayor.

Estrategias para gestionar la deuda técnica en el backlog

Una de las claves para abordar la deuda técnica de manera efectiva es incluirla como parte integral del proceso de gestión del backlog. Una estrategia efectiva consiste en priorizar la deuda técnica junto con las demás tareas y características del proyecto. En lugar de tratar la deuda técnica como un segundo ciudadano o una preocupación secundaria, los equipos deben considerar su prioridad en relación con el resto del trabajo. Hay varias maneras en que se puede hacer esto. Primero, realizar revisiones regulares del backlog permite identificar aquellas tareas que contribuyen a la acumulación de deuda técnica, así como aquellas que permiten su pago.

Asimismo, es vital establecer una comunicación abierta dentro del equipo sobre la deuda técnica. Los desarrolladores deben sentirse cómodos levantando la mano cuando se enfrentan a decisiones que pueden resultar en acumular deuda técnica. La transparencia en este aspecto ayuda a crear una cultura en la que todos son responsables del estado del código. También se puede implementar la técnica de «4 por 1», donde cada vez que una nueva característica se añade al código, el equipo debe destinar el 25% de su tiempo o esfuerzo a reducir la deuda técnica. Esta técnica no solo ayuda a controlar la acumulación de deuda, sino que también promueve una mentalidad de mejora continua.

Integrando la reducción de deuda técnica en el flujo de trabajo diario

Una parte fundamental de la gestión de la deuda técnica es integrar su reducción como una actividad cotidiana en el flujo de trabajo del equipo. Esto puede lograrse a través de prácticas como revisiones de código más regulares. Las revisiones de código no solo sirven para verificar la calidad del código, sino que también son una excelente oportunidad para identificar áreas en las que se acumula deuda técnica. Otro enfoque valioso es fomentar una cultura de formación continua, en la cual los desarrolladores estén actualizándose regularmente sobre las mejores prácticas y herramientas que les permitirán escribir código eficiente y de calidad superior.

Además, considerar a la deuda técnica como parte de las goals del equipo puede ayudar a tener un enfoque más completo hacia su gestión. Al principio de cada sprint, el equipo podría sentarse y definir objetivos claros en cuanto a la reducción de la deuda técnica. Por ejemplo, cada miembro del equipo podría tener una tarea específica que se centre en limpiar o refactorizar el código base. Hacer de estas metas parte del estándar operativo del equipo ayuda a asegurarse de que la reducción de la deuda técnica no se convierta en una tarea que se posponga indefinidamente, sino que se aborde sistemáticamente.

La priorización de la deuda técnica dentro de la gestión del backlog

Priorizar la deuda técnica dentro del backlog es fundamental para garantizar un ciclo de desarrollo saludable. Esto implica no solo reconocer cuál es la deuda técnica existente, sino entender el impacto que tiene en las funcionalidades futuras. A menudo, la deuda técnica puede verse como un riesgo que impacta no solo el tiempo de desarrollo, sino también la calidad del producto final y la satisfacción del cliente. Por lo tanto, los líderes de proyecto deben tener una idea clara de qué elementos del backlog requieren atención inmediata.

Una técnica útil es asignar un score a cada elemento del backlog que tenga que ver con la deuda técnica, basado en factores como la severidad del problema, el impacto en el rendimiento del producto y el esfuerzo necesario para resolverlo. Con esta información, el equipo puede priorizar su trabajo de manera más efectiva, destinando recursos a los elementos de deuda técnica que presenten el mayor riesgo o costo. Al hacer de la priorización de la deuda técnica una parte del proceso de planificación, los equipos pueden trabajar de manera más eficiente y enfrentar sus desafíos con una mente más clara.

Conclusión: la importancia de la deuda técnica para el futuro del desarrollo

La deuda técnica es un concepto que, aunque puede parecer menos urgente que otros aspectos del desarrollo de software, tiene implicaciones de gran alcance para cualquier proyecto. Abordar esta deuda no solo resulta en una mejora en la calidad del código, sino que también se traduce en una mayor satisfacción del usuario y una capacidad ágil para pivotar y adaptarse a nuevas demandas del mercado. La clave para gestionar la deuda técnica con éxito consiste en integrarla dentro del backlog y priorizar su resolución de manera efectiva.

La necesidad de integrar la deuda técnica en el flujo de trabajo diario y mantener una comunicación abierta dentro del equipo son pasos cruciales para garantizar un entorno de desarrollo sostenible. Por lo tanto, una gestión cuidadosa de la deuda técnica se convierte en un factor determinante para el éxito y la longevidad de cualquier proyecto de software. Al final, el trabajo para reducir la deuda técnica es un claro indicativo de la visión de un equipo que busca no solo cumplir, sino también superar las expectativas. En un entorno tecnológico que evoluciona rápidamente, esa visión es más importante que nunca.